Recordemos que el objetivo principal de la industria es utilizar fuentes de energía para transformar materias primas en productos manufacturados.
Gracias a la industria, Francia y Europa han podido convertirse en potencias económicas mundiales importantes.
La informática industrial es un subconjunto de la industria que surge durante la tercera revolución industrial.
La tercera revolución industrial, que comienza en los años 1970, marca la integración de las tecnologías digitales en los procesos industriales. Este giro se caracteriza por la automatización de las cadenas de producción, gracias a la aparición de los autómatas programables industriales (API) y de los sistemas informáticos dedicados. Estos avances permiten ganar en eficiencia, precisión y flexibilidad, al tiempo que reducen los costos.
Esta revolución también se apoya en el desarrollo de las tecnologías de la información y de la comunicación (TIC), facilitando la gestión de datos, la supervisión a distancia y la interconexión de sistemas. Así, sienta las bases de conceptos modernos como la fábrica inteligente y la Industria 4.0, donde la colaboración entre máquinas y software se convierte en un palanca estratégica para los industriales.
Al combinar la energía y la informática, la tercera revolución industrial ha abierto el camino a la informática industrial, que sigue siendo hoy en día el núcleo de las innovaciones para optimizar la producción y responder a los desafíos energéticos y medioambientales.